jueves, 12 de agosto de 2010

Matamoscas.

¿Acaso no os produce una sensación placentera el aniquilar a la pequeña mosca cojonera que zumba alrededor de vuestras cabezas? Sobretodo en estas fechas, rompo con el estereotipo veterinario de amante de los animales. Bueno, sinceramente, no considero a las moscas animales (tampoco a las arañas), sino que las considero como criaturas infernales traídas a este mundo para molestar a todo ser viviente y para posarse en el borde de tu café con leche y hielo, produciéndote incluso una sensación de arcadas irrefrenable. Si, verdaderamente odio a las moscas. Aunque hagan un papel tan importante en la naturaleza, no puedo evitar odiarlas. Por eso, una deliciosa sensación recorre mi espina dorsal al ver caer a plomo a estos escatológicos insectos cuando los rocío con ese tóxico spray de nube amarillenta causante de su cruel muerte que es el "Raid Mata Moscas".
Que espectáculo tan maravilloso.

(Ojala hubiese de esos sprays para personas...)


Este post va dedicado a la joven mosca que intentó tocarme las narices ayer por la tarde. El bichito quedó estampado contra la pared, no tenia matamoscas en ese momento.
Eso le pasa por interponerte en mi camino...

1 comentario:

  1. te entiendo perfectamente...mi mayor odio son las palomas( pero lo tengo mas complicado para matarlas jjajajaja)

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