martes, 27 de julio de 2010

¿Que piensas de mi?



Una tendencia que tenemos las personas es a sobrevalorar de manera absoluta lo que nuestros semejantes piensan de nosotros. Hemos llegado a un punto en que nuestra sociedad controla casi al 100% nuestra personalidad y nuestro juicio. Cánones de belleza, patrones de moda, peinados... a cada paso que damos estamos cada vez más cerca de convertirnos en una sociedad clónica, en la que todos debamos ser una fotocopia del que está a nuestro lado. Recuerdo cuando salía por Oviedo y me quedaba un tanto asombrado al ver a un centenar de chavales de entre 14 y 16 años prácticamente iguales: melenita, flequillo hacia la derecha, vaqueros con su cinturón de cuero, polo de colores de marcas varias del estilo de Tommy Hilfiger o Ralph Lauren y sus Converse All Stars perfectamente convinadas con el color de su polo.
¿Que va a ser lo siguiente? ¿Tatuarnos un código numérico en la piel para diferenciarnos los unos de los otros?
Y es que vivimos en un mundo pestilente lleno de prejuicios y clasismo en el que lo que se sale ligeramente del esquema preestablecido debe ser rechazado.
Sueño con que algún día cada uno pueda ser como realmente es, que este mundo clasista y superficial arroje sus malditos prejuicios al vació para siempre.
El día que un homosexual pueda decirle a su padre sin temor "papá, soy gay", el día en que blancos y negros caminen juntos de la manos sin que un corrillo de miradas se claven en sus nucas, el día en que una chica vista con ropa comprada en el mercado y no sea tachada de "pobre", el día en que un chico gordito se siente tranquilo en el pupitre de su clase sin que le llamen gordo seboso, el día en que no exista ninguna niña anoréxica, podré morir tranquilo.



Lo siento, creo que me he ido por los cerros de ubeda...


Foto: Emily y Naomi. Skins

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