

Ayer cuando vinieron mis padres a hacerme una visita a León fuimos a tomar una cerveza. Cuando mi padre y mi hermana se fueron a la barra mi madre me hizo una sorprendente proposición:
- Miguel, ¿te puedo hacer una proposición? - Si, claro. - ¿Qué te parecería si fuésemos a pasar el año nuevo a Londres?
La verdad es que al principió fui un tanto escéptico, aunque luego me vino un autentico quebradero de cabeza. Llevo todo el día analizando los pros y los contras acerca de este repentino viaje. Por una parte, había prometido ir con cierta persona a la capital inglesa durante las próximas navidades, lo que me produce cierto remordimiento de cabeza. También está el echo de perderme la fiesta de nochevieja con mis amigos, pero la verdad es que ni ellos mismos saben lo que van a hacer todavía. Además hay que sumarle el factor "familia". El hecho de ir con papi y mami acarrea más probabilidades de que el viaje acabe en desastre. Por otro lado esta Londres, el saber que tengo más probabilidades de ir si voy con mis padres que si voy con mi amiga, más caprichos, más dinero para gastar en Candem Town etc, etc, etc.
Pero creo que me he decidido, me voy. Necesitaba una escapada de todas formas, marcharme de España, de Asturias, de León, de Veterinaria por unos días y empezar un nuevo año en una ciudad tan especial como Londres le dará seguro un nuevo enfoque a todas las cosas que están por llegar.
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